Hoy más que nunca, las
mujeres en pie de lucha!
Por Noe y Lu
Hoy más que nunca nos damos cuenta que la unidad entre
estudiantes y trabajadores es un factor clave. Que nos hermanan el interés, la
potencia y las ganas de llevar adelante los reclamos que tenemos. Sabemos que
juntos podemos romper cualquier límite. Además, entendemos que las mujeres
juegan un rol fundamental cuando se organizan y enfrentan la opresión a
la cual quieren someterlas, tanto como trabajadoras, como por ser mujeres en
esta sociedad. El pasado miércoles 17, un grupo de compañeras fuimos con
Pan y Rosas a la zona norte con la determinación de acercarnos a apoyar
una importante lucha que recién empieza. Es por eso que compartimos ésta
experiencia, esta crónica, que nos ayuda continuar alentando y a solidarizarnos
con las chicas de Lila, que están dispuestas a dar una batalla constante por
sus derechos, para mejorar sus condiciones de vida, de trabajo y lograr que
reincorporen a sus compañeros despedidos.
Nos juntamos tempranito en una esquina de esa que
todos elegimos para forjar fuerzas, pero aunque no creíamos que iba a ser así,
en el aire se sentía algo, y podemos decir que ya se había sentido antes, pero
nunca lo habíamos visto tan claramente en la cara de los compañeros y menos con
el orgullo que lo llevaban. Entre mate y galletitas íbamos hablando de la
situación y enterándonos de las decisiones de la patronal. Pese a
haberles impedido el ingreso al parque industrial de Pilar en el principio del
conflicto, después de haber cortado
Corrientes y Callao el día anterior y dándonos a conocer que la empresa se
seguía negando a escuchar a los trabajadores, debemos decir que las ganas por
pelear se iban agrandando y más cuando al ver que se iban sumando la delegación
de Donelley, Kraft, Lear. Juntos, unidos en fuerza partimos hacia la autopista
donde ya las obreras habían iniciado el corte. Porque, como dijeron los
trabajadores de zona norte una vez más y quedó demostrado en los hechos, "si
tocan a uno, tocan a todos".
Las obreras y obreros de Kromberg vienen dando una
batalla durísima contra los dueños alemanes que imponen desde hace años
condiciones terribles de trabajo y ahora avanzaron con 12 despidos y amenazas
de muchos más. En la fábrica el 80 % de los laburantes son mujeres. Es gracias
a ellas, que se cansaron de los ataques y de la opresión a la que son expuestas
de una forma brutal, que empezaron a levantar cabeza. La fortaleza de
estas obreras es increíble, muchas de ellas son madres y la mayoría
jóvenes. Se las ve con una unidad resistente, que les da el incentivo de no
parar hasta conseguir que estén todos adentro y mejoren sus condiciones.
Cuando empezamos a caminar veíamos a lo lejos, todavía
en la oscuridad del amanecer, unas figuras que no se distinguían bien. Al irnos
acercando estas formas se transformaron en una gran concentración de obreras y
obreros de overol lila, quienes vinieron a nuestro encuentro eufóricas, con una
fuerza que no habíamos visto antes, así con banderas, megáfono en mano yendo de
un lado al otro, cantando "si se puede, si se puede, si una mujer
avanza ningún hombre retrocede", y nosotros con la cabeza en alto,
orgullecidos respondíamos "para que todos se enteren, que en Kromberg
discriminan, persiguen trabajadoras y despiden por luchar".
Qué mejor forma de empezar la jornada de lucha! Las obreras estaban
adelante de todo y no paraban de cantar, saltar y abrazarse con un aguante
interminable, que ni siquiera después de una hora y media la llegada de algunos
miembros de gendarmería pudieron detenerlas.
Estos hombres con sus escudos enormes armaron un
cordón, nos fueron cercando, pero ellas seguían firmes, cantando con toda la
fuerza, sin dejarse intimidar por el despliegue de la gendarmería. Ante la
insistencia se decidió dejar libre un carril. Pudieron pasar unos pocos autos y
ya parecía que venían a reprimirnos. Si los trabajadores eran muchísimos, la cantidad
de gendarmes no se quedaba atrás. La imagen recorrió los medios dejando
claro la unidad entre la empresa y el gobierno nacional, quien no sólo espía
ilegalmente con el Proyecto X sino que ahora directamente nombra a Milani –un
soldado de la inteligencia y el espionaje a los luchadores e implicado en
delitos de lesa humanidad- como jefe del Ejército. Ahora que terminó la
conciliación obligatoria y los despedidos quedaron afuera debieron mandar a desalojar, por la fuerza si era necesario, para intentar sacar de escena los
legítimos reclamos.
Al grito de "ya vamos a volver" y “Cristina donde está”, con mucha bronca
hacia la gendarmería y el gobierno nacional, nos retiramos de la
panamericana. Se respiraba odio de clase. A pesar de esto, las obreras y
obreros de Kromberg siguieron con la moral muy en alto, dispuestos a seguir en
la lucha y conscientes de la solidaridad que los rodea y que crece día a día,
desde los trabajadores, los estudiantes, los organismos de derechos humanos. Allí
nos subimos a los micros para seguir acompañando a las obreras que querían
llevar su reclamo de efectivización y mejoras de las condiciones de trabajo
directamente al Ministerio de trabajo. Nos detuvimos a la altura del obelisco y
ahí no más, ni bien bajamos, las obreras empezaron de nuevo con los bombos y a
cantar. ¡No las paraba nadie!
Estos hechos nos demuestran una vez más la necesidad de seguir impulsando
un movimiento de mujeres que se plante en las calles y conquiste de una vez y
para siempre nuestros derechos junto a los trabajadores y el pueblo pobre.
Basta de precarización laboral, basta de abuso patronal, por el derecho al
aborto y el fin de las redes de trata. Desde Pan y Rosas seguiremos acompañando
la lucha de las obreras de Kromberg y seguiremos impulsando con todo la
organización de las mujeres por nuestra emancipación.
Todo el apoyo a las obreras y obreras de
Kromberg!
Reincorporación YA de todos los trabajadores.